El pasado sábado fue la boda de Magdalena de Suecia y Christopher O’Neill con la única representación española de Luis Medina, hijo de Nati Abascal y amigo íntimo de la novia. Al no tratarse de la boda de un heredero al trono, no ha habido una gran representación de las casas reales europeas, pero a nivel de estilismos hemos podido ver de todo.
La novia estaba preciosa con un vestido de Valentino de organza y seda plisada con encaje de Chantilly. El escote de barco dejaba protagonismo a las mangas y se pronunciaba en la espalda. En el pelo llevaba la diadema conocida como diadema del rey Gustavo, que fue un regalo del monarca a su esposa en su décimo aniversario de boda, y alrededor de la misma había flores de mirto, algo tradicional en las bodas de la familia real sueca.
En cuanto a la familia de la novia, destacaba su hermana Victoria, heredera al trono de Suecia, con un vestido en color nude y una trenza en su recogido, que tan de moda están ahora. La novia de Carlos Felipe de Suecia, Sofía Hellqvist, llevaba un vestido de color lavanda muy parecido al de Pippa Middleton en la boda de William y Kate.
En los invitados, podemos encontrar que la tónica general han sido los vestidos en colores pastel, muy acordes a la época del año. Aún así, hemos podido encontrar estilismos de todo tipo. Para mi gusto, la mejor vestida es la invitada con el traje verde esmeralda, que aún no he podido identificar quién es. Destacan también Mette Marit de Noruega, Marie Chantal Miller y Marie Fredriksson, cantante de Roxette, que llevaba un precioso vestido y sorprendió con zapatos planos.
Centrándonos en la familia real danesa, Mary de Dinamarca, como siempre, estaba perfecta con un vestido color fresa, aunque su cuñada Marie no se quedaba atrás con el traje rosa palo. Les doy un sobresaliente a las dos. Otra invitada que destacó fue Tatiana de Grecia con un vestido del mismo color que el de Mette Marit y con escote palabra de honor, con forma de corazón.
Y finalizamos con las peor vestidas, grupo en el que meto a Charlene de Mónaco, que además de ser la princesa sin sonrisa, rara es la vez que me convence o Stéphanie de Luxemburgo, que sí que destacó en la cena del día anterior. La mujer del bajista de Duran Duran, Gela Nash, llevaba un cuervo en la cabeza y su vestido me parecía demasiado oscuro para la hora de la boda, y Theodora de Grecia patinó con un atuendo de lentejuelas que no era muy adecuado.
¿Y a vosotros qué os pareció? ¿Cuáles fueron las mejor y peor vestidas? Os deseo un buen lunes.
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